Toba Maskoy
A los Toba Maskoy, al igual que las
otras etnias de esta familia lingüística se les conoce simplemente como Lengua.
Sin embargo, los mismos representan diferentes rasgos lingüísticos y
culturales.
En este caso, los lingüistas y los
antropólogos señalan la falta de certeza sobre el origen del nombre de esta
etnia, ya que los Toba pertenecen a la familia lingüística guaycurú, mientras
que los Toba Maskoy hablan un idioma que pertenece a la familia lingüística
Lengua Maskoy. Algunos pobladores de Puerto Casado señalan que la confusión se
debe a los empleados argentinos de una fábrica que funciono allí hasta mediados
del siglo XX, quienes llamaron “Toba” a los indígenas que encontraron en
aquella zona, ya que esta fue la denominación de los indígenas que conocieron
en su país.
La trágica historia reciente de estos
indígenas está estrechamente vinculada a
las consecuencias de la Ley de Venta de Tierras Públicas, de 1885, que permitió
vender grandes latifundios fiscales a personas particulares y empresas
privadas. Estos hechos, mas la construcción de un ramal ferroviario en 1981,
que llegaba a unos 150 km al oeste de Puerto Casado, modificaron
sustancialmente el hábitat de los toba Maskoy y trastocaron irreversiblemente
sus valores y costumbres tradicionales.
Esta etnia, que tradicionalmente era
recolectora, cazadora, pescadora y practicaba la pequeña agricultura, al verse
obligada a abandonar sus tradicionales modos de subsistencia, tuvo que,
abruptamente, convertirse un grupo proletario industrial inhumanamente
explotado. Como consecuencia les vino la desnutrición y el consiguiente
deterioro general de la salud que diezmo esta población indígena.
Incluso en el ámbito lingüístico, muchos
Toba Maskoy, mediante el contacto con los peones paraguayos, perdieron su
idioma original, pasando a expresarse en un mal hablado guaraní.
Un análisis antropológico demuestra que
si bien, físicamente existen personas pertenecientes a esta etnia, la vida
cultural de la misma fue prácticamente eliminada. Económicamente, este grupo
combina varias actividades para subsistir, de trabajos ocasionales y
estacionales, que nada tienen que ver con su antigua manera de vivir. Por otro
lado, desde el punto de vista religioso, sus miembros profesan la religión de
la Iglesia Católica o de la Iglesia Menonita, según las diferentes zonas o
influencia.
Lengua Enlhet
Los Lengua Enlhet, según su lugar
geográfico se distinguen entre los del norte y sur. Los primeros están
asentados en la zona de colonias menonitas y los otros que están reunidos en la
zona de la misión anglicana. El quiebre de su modo de vida tradicionalmente se
repite de la misma manera que los Toba Maskoy. Una vez cerrada la fabrica
Casado S.A los Enlhet, acostumbrados al trabajo asalariado se dispersaron entre
las estancias o colonias de la zona.
En los trabajos en estancias fueron
empleados, muchas veces para los trabajos mas pesados y pagados en especies. Al
mismo tiempo, se les proveía de alimentos, especies y ropas, los cuales eran
vendidos a costos muy altos, de manera que se endeudaban por muchos años con el
empleador, quedando así atados a una relación laboral de explotación.
Solamente en algunos escasos
asentamientos, especialmente en las colonias menonitas, la situación era
diferente ya que se intentaba introducirlos a experiencias de cooperativismo,
especialmente en lo referente al almacenamiento de los bienes de consumo,
pequeña ganadería, cría de animales menores y producción lactea
Tradicionalmente los Lengua Enhelt
cultivaban batata, tabaco, maíz y mandioca, utilizando para la agricultura una
pala de madera con forma de remo. También aprendieron a obtener las bebidas
para sus fiestas rituales por la fermentación del algarrobo, la miel, el maíz y
el zapallo.
Para la caza y para la guerra utilizaban
arcos, flechas y un palo de madera dura. La cuerda del arco se construía de
tiras de piel de venado. Para marcar el tiempo, especialmente para salir de
viaje, tenían un pequeño palo con una
ranura correspondiente al día domingo.
Como instrumentos musicales usan una flauta de
bambú; también era común un silbato de madera de palo santo que llevaban como
adorno al cuello. Los Enlhet conocen los silbatos de hueso, tambores de cuero
que son batidos con palos de madera, construidos con tronco de palma y cuero de
animales, y una especie de violín
rustico con una sola cuerda.
El chaman ocupa un lugar privilegiado en las
comunidades de los Lengua Enleht, es muy respetado entre ellos, consultado y
temido a la vez.
Para ser chaman, hay que pasar por la
iniciación muy severa. Se empieza co0n ayunos rigurosos, especialmente
absteniéndose de ingerir liquidas; el ayuno junto a la ingestión de algunas
hierbas, llega a alterar el sistema nervioso. Pasa días de soledad hasta llegar
a una percepción sensorial especial, parecida a un éxtasis a través del cual
obtienen el acceso al mundo espiritual y a sus espíritus auxiliares. Los
chamanes mediante las visiones descubren las causas y los medio eficaces para
actuar sobre las personas y remover las malas influencias causantes de las
enfermedades. Los métodos que usan son muy variados, y entre ellos se conoce la
hipnosis.
En cuanto a los aspectos mágico-religiosos, los
Enleht tienen mucho miedo a los kiyikhama, que son seres superiores con
influencia maligna que pueden aparecer en cualquier momento y lugar, pero
especialmente de noche. Para protegerse de estos influjos los indígenas
confeccionaban una vincha con plumas, que usaban como amuletos de poder
neutralizador.
Es interesante que para esta etnia el
sueño es un tiempo peligroso, pues mientras se duerme, el alma se puede separar
del cuerpo, salir por el pecho y hacer cosas que se manifiesten mediante los
sueños. Se cree que los espiritas malos están en busca de estos momentos
durante el sueño para posesionarse del cuerpo durmiente, así que el sueño es un
serio riesgo que constituye un gran peligro para los Enleht.
Sanapaná
Sanapana es la lengua perteneciente a la
familia lingüística Maskoy, hablada por el pueblo que se autodenomina kasnapan.
Las otras etnias Lengua les llaman kyisipan o Angaité saapan.
Actualmente, los mayores núcleos de los
sanapana están asentados en La Esperanza, atendidos por los menonitas de la
Asociación Social de Cooperación
Indígena Menonita (ASCIM). Anteriormente, compartieron la misma mala
suerte que las otras etnias de esta familia lingüística, descrita anteriormente
y relacionada con la fábrica Casado S.A. Su Actividad económica a partir del
quiebre de dicha industria se ha convertido en la búsqueda de trabajos
jornaleros.
Los Sanapaná arcos y flechas para cazar
porque no conocían lanzas u otras armas parecidas. Para pescar usaban
utensilios especiales y mas tarde los anzuelos provistos por las mismas
religiosas.
En sus fiestas se expresan en numerosas
manifestaciones artísticas, como el canto, la música y el baile, usando las
mascaras y los disfraces. Los Sanapaná son buenos músicos: construyen
artesanalmente sus propios instrumentos musicales, como flautas, tambores y
violines hechos de samuú.
Poseen una rica mitología, en la cual
destaca la creencia en el “alma de los sueños” y “de los muertos”. Los sanapaná
creen que el alma en sus andanzas, mientras que la muerte es provocada por fuerzas
hostiles que roban el alma de su morada corpórea. Después de abandonar el
cuerpo, el alma permanece en las proximidades del lugar en que ha vivido. Estas
almas deambulan por los lugares cervanos, también por el monte y los pantanos,
creando un verdadero pánico entre los vivos. A estas creencias se agrega la
permanencia de las almas en diferentes planos cósmicos, similares a este mundo.
Como todos los demás grupos, esta etnia
también tiene sus chamanes. En su caso, se trata del único hombre que posee el
gran do y solamente a el le es permitido desarrollarlo. La `prueba fundamental
para demostrarlo es el ayuno que dura mas de un mes, al cabo del cual debe
realizar diversas pruebas, tales como
devorar serpientes vivas y atravesar con espinas sus músculos. Se cree que el
chaman puede irradiar su poder y con ello lograr “bendiciones “ o causar
“desgracias”.
Angaite
Este nombre, por el cual esta etnia es
generalmente conocida, proviene del guaraní, mientras que ellos mismos
pertenecen a la familia lingüística Maskoy y su auto denominación étnica es
Enslet. Hoy en día, los Angaite están diseminados entre las diferentes familias
y estancias del chaco. Un grupo grande esta atendido por la misión anglicana.
Antes de que la intervención de los
blancos alterara sustancialmente su moda de vida, o sea en las ultimas décadas
dl siglo XIX y en primeros años del siglo X, los Angaite Vivian en pequeñas comunidades o núcleos de
familias extensas, que generalmente oscilaban entre 20 y 60 personas. Su
economía se basaba en la recolección, la caza y la pesca. También tenían
pequeñas huertas y algunos animales domésticos.
Con la entrada de las industrias
mencionadas ya en los apartados anteriores, al igual que a todos los indígenas
de la zona, se empezó a incorporar a los Angaite a trabajos asalariados en las
fabricas. Con esto, se comenzó a desarrollar un proceso de pauperización, debilitación
física, espiritual y cultural de este pueblo que desencadeno el etnocidio de
esta cultura.
El contacto con la industria fue
catastrófico tanto para los Angaite como para los demás pueblos Maskoys: los
indígenas contrajeron muchas enfermedades contagiosas de los blancos, asumieron
el vicio del alcoholismo, ya que su pago generalmente se efectuaba a través de
la comida y caña de peor calidad. Los Angaite llegaron inclusive a fabricar una
bebida conocida como poshonto, que consistía en una mezcla de alcohol de quemar
con el agua en proporciones iguales. Hasta hoy en día, el empleo de los Angaite
en las estancias es humillante y degradante, en la mayoría de los casos. Según
los informes, sus casas consisten casi siempre de una sola habitación de 20 o 05
metros cuadrados de superficies. Están hechas con troncos de karanday y viven
en ellas varias familias. Los techos están hechos con tejas del mismo material
o con hojas de palma, que les permite protegerse del sol, pero no de la lluvia.
En las estancias, los Angaite viven separados de los demás peones paraguayos
que tratan con desprecio y casi nunca les permiten surtirse del agua del pozo,
por el cual deben tomar agua de laguna o de otro tajamar de la zona. Las
mujeres en las estancias encuentran trabajo como empleadas domesticas en las
casa de los capataces limpiando y lavando ropa. A veces también se les emplea
como cocineras. En general, todos estos trabajos son mal remunerados.
En su contraste pasado, los Angaite
tenían plantaciones de zapallo y otros productos de las chacras familiares.
Tenían una forma de redistribución de los productos mediante el sistema de
reciprocidad y consideraban que los bienes conseguidos no deberían ser
acumulados sino compartidos. Aun hoy, a pesar de las condiciones infrahumanas a
las que fueron sometidos por los blancos, cuando un Angaite recibe los
miserables jornales de su trabajo, trata de compartirlos no solo con su familia
sino también con los demás parientes o vecinos hasta que se termine su dinero.
Guana
Es el ultimo grupo lingüístico de la
familia Maskoy, pero puede ser el primero en desaparecer de la faz de la tierra
si nadie hace nada: actualmente los Guana son uno de los grupos mas aculturados
y destribalizados del chaco y mas reducidos físicamente, ya que el ultimo censo
indígena registro tan solo 242 individuos pertenecientes a esta etnia.
Al convertirse en obreros asalariados,
los sobrevivientes Guana han perdido sus técnicas tradicionales de
subsistencia, como las ancestrales técnicas de caza y de pesca y hasta la forma
de cultivar la tierra. A pesar de todo esto y de su dispersión, mantienen aun
el idioma propio.
En 1969, un antropólogo argentino Miguel
A. Bartolome, presento un trabajo etnográfico sobre este pueblo, gracias al
cual podemos saber que anteriormente los Guana tuvieron una organización jerárquica basad en un triple liderazgo: en
tres jefes con diferentes grados de poder.
Los Guana plantaban maíz, zapallo,
mandioca, batata, sandia, mamones, etc., en sus pequeñas chacras. Manejaban los
arcos, tanto para cazar y para pescar.
Los chicos jóvenes no podían dirigir la
palabra a los tres jefes hasta la ceremonia relacionada con la fiesta de
pubertad, para la cual tuvieran que obtener el permiso por parte de los mismos.
El jefe principal, también era la única
que podía conceder el permiso para que una pareja se case. Por lo general, sin
embargo, la resolución solía ser favorable, en cuyo caso el jefe principal así
lo informaba al jefe segundo, quien siguiendo el camino habitual, trasmitia el
mensaje al tercero, el cual finalmente, daba la buena nueva al joven aspirante.
Durante la fiesta del casamiento participaban todos los hombres y mujeres del
poblado, ya que su función social era la de dar a conocer a todo el grupo la
nueva pareja. Los Guana tuvieron, para esta ocasión, un detallado esquema
general concerniente a la ubicación de los músicos y de los bailarines y las
costumbres que deberían ser guardadas en dicha ceremonia. Llama la atención,
por ejemplo, que mientras que la gente bailaba los novios no podían mirarse ni
participar de la danza.
Los Guana tuvieron también un estricto
código penal, por ejemplo, algunos graves casos de robo, fueron castigados con
la pena de destierro del ladrón junto con todos sus familiares.
Cuando se producía en la comunidad un
fallecimiento, era el segundo jefe el encargado de velar al muerto durante un
lapso aproximado de dos horas, durante las cuales permanecían sentado al lado
mismo. Transcurrido este el periodo de tiempo, el muerto era buscado por sus
familiares y enterrado inmediatamente. Los bienes materiales del difunto se
repartían por igual entre sus parientes y amigos.
MIRÁ
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